
Una vez que la presa ha sido golpeada lo suficiente como para que los ocho brazos estén inactivos, entonces es seguro, para los delfines, comerse su captura – pero la batalla no ha terminado.
En 2015, un delfín nariz de botella fue encontrado muerto en una playa en Bunbury con un pulpo colgando de su boca. Los investigadores determinaron que el delfín sano se había asfixiado digiriendo su propia muerte.
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