Un turista español viaja a Tahití con pánico a los tiburones, pero lo que descubre allí cambia su vida para siempre.

por | octubre 2, 2025

Javier siempre tuvo dos grandes sueños : visitar la Polinesia Francesa y superar su pánico irracional a los tiburones. Jamás imaginó que cumplir el primero le obligaría a enfrentarse al segundo de la forma más directa posible, en un viaje que no solo le regaló paisajes de ensueño, sino que transformó por completo su percepción del océano.

En este relato, descubrirás :

  • El origen de un miedo que casi le impide vivir una experiencia única.
  • Qué es realmente el ‘shark feeding’ y por qué es una práctica segura en Tahití.
  • El momento exacto en que el terror se convierte en una fascinación absoluta.
  • Las respuestas a todas las preguntas que te haces sobre nadar con tiburones.

Lo que vivió en las aguas cristalinas de Moorea desafió todo lo que creía saber sobre el mayor depredador del océano.

Vista sobre el hombro de un hombre observando fascinado a tiburones de punta negra nadando en las aguas turquesas de Tahití.
La experiencia de nadar junto a tiburones en las lagunas de la Polinesia Francesa es segura y transforma la percepción de estos animales.

🧠¡Pon a prueba tus conocimientos!

    El miedo irracional que casi le arruina el viaje

    Javier, un arquitecto de Valencia, llevaba años ahorrando para el viaje de su vida junto a su pareja, Ana : un recorrido por las islas de Tahití y Moorea. Pero a medida que la fecha se acercaba, una ansiedad creciente le invadía. Su fobia a los tiburones, alimentada por años de películas y documentales sensacionalistas, amenazaba con eclipsar la emoción. “La idea de meterme en esas aguas, sabiendo que estaban allí, me paralizaba”, confiesa. La excursión estrella del viaje, el famoso encuentro con tiburones en el lagoon de Moorea, era para él una pesadilla anunciada.

    “Ana estaba increíblemente ilusionada. Yo, en cambio, buscaba excusas para no ir. Pensaba en la aleta que sale del agua, en esa música de tensión… Es ridículo, pero el miedo no atiende a razones. Estuve a punto de decirle que se fuera ella sola y yo me quedaba en el hotel.”

    Tahití y su promesa de un encuentro seguro

    Lo que Javier no sabía es que la experiencia en la Polinesia Francesa está diseñada precisamente para desmontar esos mitos. El llamado ‘shark feeding’ no es un espectáculo de circo, sino una actividad controlada y respetuosa. En las aguas poco profundas y transparentes de atolones como Moorea o Fakarava, declarados Reserva de la Biosfera por la UNESCO, habitan principalmente dos especies : el tiburón de arrecife de punta negra (Carcharhinus melanopterus) y el tiburón gris (Carcharhinus amblyrhynchos). Ambas son de tamaño moderado y, en un ecosistema tan rico en peces, los humanos no forman parte de su menú. Los guías locales, con décadas de experiencia, simplemente utilizan un poco de cebo para atraerlos y permitir una observación cercana y segura.

    Mito popular (Cine) Realidad en Tahití (Biología)
    El tiburón es un asesino agresivo que ataca sin más. Es un animal curioso y evasivo. Solo se acerca por el cebo, ignorando a los nadadores.
    El agua estará teñida de sangre en un frenesí. La interacción es calmada y ordenada. Los tiburones se mueven con elegancia y sin agresión.
    Es una actividad de alto riesgo y peligrosa. Es una de las excursiones más seguras y populares, con un historial impecable.
    Alteran el comportamiento natural de los tiburones. Su dieta principal sigue siendo la caza. El cebo es solo un complemento ocasional.

    El momento de la verdad: del pánico a la fascinación

    Con el corazón en un puño, Javier se deslizó desde el barco al agua turquesa. Durante los primeros segundos, no se atrevió a mirar. Pero el silencio del océano, roto solo por su propia respiración, le dio valor. Abrió los ojos y lo que vio lo dejó sin aliento. A pocos metros, decenas de tiburones de punta negra se deslizaban con una elegancia hipnótica. No había agresividad, ni peligro. Se movían como una coreografía perfecta, completamente desinteresados en el grupo de turistas que los observaba. El guía mantenía su atención con el cebo mientras los tiburones pasaban a su lado, permitiéndole ver cada detalle de su piel y sus movimientos fluidos. El miedo se disolvió y en su lugar apareció una admiración profunda.

    Preguntas frecuentes sobre el encuentro con tiburones en Tahití

    ¿Es realmente 100% seguro nadar con tiburones allí?

    Sí, cuando se realiza con operadores turísticos certificados y siguiendo sus indicaciones. Las especies presentes no son agresivas hacia los humanos y la abundancia de comida natural en el arrecife hace que no vean a las personas como una fuente de alimento.

    ¿Esta actividad altera el comportamiento natural de los tiburones?

    Es un debate entre biólogos marinos. Sin embargo, la mayoría de estudios realizados en la Polinesia Francesa, como los impulsados por el CRIOBE (Centro de Investigaciones Insulares y Observatorio del Medio Ambiente), sugieren que el impacto es mínimo, ya que el ‘feeding’ representa una parte ínfima de su dieta y no disminuye sus instintos de caza.

    ¿Qué tipo de tiburones veré exactamente?

    Principalmente verás tiburones de arrecife de punta negra, que rara vez superan el metro y medio, y tiburones grises de arrecife, un poco más grandes. Ambos son habitantes comunes y pacíficos de las lagunas polinesias.

    ¿Necesito ser un buceador experto para hacerlo?

    No en absoluto. La mayoría de estas excursiones se realizan en aguas muy poco profundas donde se puede hacer pie. Se practica con un simple equipo de snorkel (máscara y tubo), por lo que es accesible para cualquier persona que sepa nadar.

    Comentarios sobre la experiencia

    🐠Carlos_BCN¡Qué gran artículo! Me pasó exactamente lo mismo que a Javier. El miedo que tenía antes de saltar al agua no tiene nada que ver con la sensación de paz que sentí al verlos nadar. ¡Repetiría mañana mismo!

    🐬AventuraSubmarinaTotalmente de acuerdo, Carlos. Es una experiencia que te cambia. La elegancia de esos animales en su hábitat es algo que ninguna película puede capturar. Moorea es mágica para esto.

    🐢Lucia_M88Yo fui el año pasado y aún se me pone la piel de gallina al recordarlo. No hay peligro alguno, solo pura belleza. Mi consejo: ¡no dejen que el miedo les robe este recuerdo!

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