El tiburón martillo tiburo es capaz de digerir las algas tan eficazmente que podría alimentarse únicamente de esto.
“Es una versión vegetariana del tiburón” es como lo describen unos científicos californianos que trabajan en una especie particularmente inofensiva: el tiburón martillo tiburo. Se trata de una especie de reducidas dimensiones, cuya talla adulta llega, a duras penas, al metro de longitud. Se encuentra principalmente en las aguas poco profundas de la costa del Golfo de México.
Desde hace unos diez años, estos científicos saben que estos escualos se alimentan de grandes cantidades de algas. Representan, en numerosas ocasiones, más de la mitad del contenido de los estómagos de los jóvenes ejemplares estudiados. La morfología intestinal, muy corta, de estos escualos es la de un carnívoro (herbívoros y omnívoros tienen los intestinos mucho más largos). La pregunta que se hacían entonces es, si este animal, digería o no las algas que ingería, probablemente sin querer, a la hora de cazar crustáceos y peces.
Para saberlo, una doctora de la universidad de California ha introducido algunos especímenes juveniles en un tanque de agua salada dónde los ha alimentado con grandes cantidades de algas, durante tres semanas. En este caso, ha usado las mismas algas que se han encontrado en sus intestinos. Esta “ensalada” representaba el 90% de su alimentación (el resto está compuesto de pequeños crustáceos y pececillos).
Lejos de estar muertos de hambre por esta dieta vegetariana, los jóvenes especímenes han seguido un desarrollo normal como si no pasara nada.
Más de la mitad de las algas son asimiladas.
La joven científica no se ha parado ahí. Ha hecho crecer algas con un aire enriquecido en CO2 en el que los átomos de carbono son más pesados de lo normal – ha utilizado carbono 13 en vez de carbono 12. Ha realizado análisis de sangre cada semana en búsqueda de carbono 13, éxito que muestra que había sido asimilado por los escualos. Los análisis de digestibilidad permiten estimar en, alrededor del 60%, la cantidad de materia orgánica asimilada, en las algas, por los tiburones.
La científica ha detectado un pico de actividad de una enzima capaz de degradar la celulosa en el intestino posterior, lo que da una primera pista para poder explicar la manera en la que los predadores consiguen digerir estos vegetales.
Al final, el consumo de algas, aunque sea accidental, no es anecdótico en la dieta del tiburón martillo tiburo. Lo que hace de este pequeño depredador el primer tiburón conocido que puede sobrevivir alimentándose únicamente de vegetales.
